Un lavado de cara y... ¡a punto!

Ya está. Ya está todo a punto. Tras un tiempo de mucho trabajo, muchas prisas, llamadas, emails, cafés... en definitiva, de todo eso que no se ve, el hombre del paraguas por fin se pone en marcha.

De nuevo, versos que saltan, que florecen en el Jardín Botánico, palabras que se iluminan, libros que cuelgan... La poesía vuelve a olerse, comerse, escucharse, verse... La poesía se cata, como el vino. Poesía noctámbula o llena de luz, en escena, música barroca... Más que nunca, la poesía rompe con los formatos en esta edición y salta del grabado a las nuevas tecnologías, pasando por los números, la ecología y los balcones. Los versos se suman, juegan al escondite, pasean sobre ruedas y se proyectan hacia las estrellas. También nos traen Manhattan y a 56 autores de 17 países. Talleres de caligrafía árabe, presentaciones de libros, lecturas, etc. Y el hombre del paraguas toma la calle, toma los barrios y, mientras asiste a la llegada de la primavera, siembra videopoemas, microrelatos, musipoesía, ciberpoesía, filmopoesía... Mucho Cosmoarte.

El hombre del paraguas se quita el sombrero en esta edición ante Góngora y Bernier, en el 450º aniversario y en el centenario, respectivamente, del nacimiento de estos poetas. La gabardina se la deja puesta, que al final siempre llueve.

Después de un lavado de cara, de un cambio de imagen (a cargo de 'ñ multimedia'), y del salto a las redes sociales, el hombre del paraguas y la octava edición de Cosmopoética llegaban hoy a su presentación en sociedad con la programación recién salida del horno (o de la impresora), que ya se puede consultar en la página web oficial y que tendrá el pistoletazo de salida el próximo 14 de marzo.

Desde el Cosmoblog, procuraremos que no se nos escape ningún detalle. Se irán sucediendo crónicas y artículos para ver los versos por dentro y aportar una visión desde el público.

Galatea