domingo, 27 de febrero de 2011

Crónica 1ª. C.E.I.P. Miralbaida.


Me levanto con el propósito de realizar la primera visita a los Cosmo-talleres de poesía y rápidamente llego a una conclusión, antes siquiera de tener los ojos lo suficientemente abiertos como para comprender el mundo más allá de mis sueños: la poesía llega donde no lo hace el hombre, ni sus deseos. O de otra manera, la poesía existe en todos los rincones, sus brazos son más largos de lo que creemos, aparece en los recovecos más inesperados y se instala también en los más necesarios, por ejemplo en los colegios. Los versos se pasean descaradamente por el 'aquí' y el 'ahora', participan del mundo aunque nos empeñamos en convertir en prosa todo lo que nuestra vida tiene de rutina. Segunda conclusión: la poesía llega más allá de donde mis pedaladas me pueden llevar a las 9 de la mañana. Mejor ir en coche.

Accedo al colegio por Educación Infantil. Sobrevivo, no sin miedo, a una tropa de seres de 3 y 4 años. Consigo llegar a Primaria y, a pesar de las advertencias de Alejandra sobre un simulacro de incendios, logro -sin quemarme- llegar a su clase. Con la ayuda de una amable mujer de la limpieza encuentro 6º A. Abrimos tantas puertas que me siento un concursante en un programa de premios millonarios. Tras varios intentos fallidos abro una puerta. Alejandra. No aprendo, siempre lo consigue. Tiene esa preciosa y admirable capacidad de sorprender y maravillar a quien le rodea (aunque sean las 9 de la mañana), incluso a alguien que le conoce sobradamente. Me recibe con un simpático sombrero negro, una bufanda roja y, lo más importante, un nuevo color de pelo...rubio...¿platino? Parece algo resfriada aunque eso no me sorprende. Prometo que algún día encontraré el adjetivo exacto para definirla, de momento me conformo con 'genial'.

Cada día comparto mi tiempo con alumnos de instituto, de modo que siento que acabo de entrar en un terreno inexplorado. Me muestro prudente. No quiero molestar, ni llamar la atención. Es el momento de la poesía. Me coloco al final de la clase para disfrutar de la lección magistral de Alejandra. Al principio los alumnos me analizan con curiosidad -siempre me pasa, qué se le va a hacer-, más adelante la poesía los embauca y apenas advierten mi presencia. Me toca observar a mí. Disfruto.

Rápidamente compruebo que he entrado sin darme cuenta en una dimensión distinta, solamente con cruzar el umbral de la puerta del aula. Los poemas de los alumnos me demuestran que estoy en lo cierto: atraviesa la clase una pelota con forma de sandía y ninguno se sobresalta. En la última fila un alumno le da un enorme bocado y la echa de nuevo a rodar. Me sonríe desde un pupitre con cara de travieso el libro de Mates, 'el de los cates'; me emociona la historia de una rosa y un jazmín, finalmente felices en un ramo, con un perfume que no conocía y difícilmente podré olvidar. La gelatina nos divierte con sus bailes. Nos adentramos en la selva. Versos y animales entran en el aula a modo de pasacalles y terminan por desconcertarme y dejarme con la boca abierta. Quizás siga soñando.

Alejandra y los alumnos realizan unas actividades sobre la rima. Miguel Hernández. Armas-palabras. Hombres-amores. Los alumnos participan con mucho interés. Parece que les encanta y se les da muy bien. Rima asonante. Me pregunto en qué momento la literatura se aleja de ellos (o al revés). No me lo explico. En los primeros cursos parece acompañarles cada día en la mochila, aparece junto al rotulador verde en una caja minuciosamente desordenada, en un paquete de 'chuches' entre osos de gominola y esponjitas, se esconde bajo su almohada... Por suerte, la poesía vuelve a las aulas con fuerza... En mi visita lo puedo comprobar. Me voy con pereza al trabajo pero también con una gran esperanza...

El hombre del paraguas no espera con caramelos en la puerta de los colegios, te sorprende con versos, te invita a coger todos los que quieras a 'puñados' -cualquiera que sea tu edad- se cuela en los coles y sale educadamente, con una gesto de satisfacción. Fabula. Sonríe orgulloso y tranquilo cada vez que Alejandra Vanessa entra a una clase con su sombrero y su bufanda roja.


Polifemo




viernes, 25 de febrero de 2011

Un albergue en medio del artificio

Fotografía de Néstor Ortiz


Mezclar Góngora con ciberpoesía en la misma oración podía haber resultado un tanto esquizofrénico o haber inducido a una locura transitoria en medio del cosmos de Córdoba. Pero no. A José García Obrero y Antonio Jesús Luna se les ha ocurrido cómo hacerlo.

En realidad, han buceado entre los complejos versos de una de las obras de mayor resonancia del poeta cordobés para realizar el mismo recorrido que ese peregrino que no termina de encontrarse en medio de un mundo que se desmorona y cambia a un ritmo desorbitado sin que él llegue a comprenderlo del todo. En ese sentido, las Soledades gongorinas del siglo XVII no están tan alejadas como pudiera parecer a simple vista del universo tecnológico que se expande y amplifica, ante el cual todos somos ese peregrino, un tanto abrumado, que no comprende aún muy bien qué ocurre a su alrededor.

La poesía también inicia un peregrinaje en busca de su albergue y termina unos cuantos siglos más tarde delante de la pantalla de un ordenador, a medio camino entre la arquitectura informática y los versos de siempre. En su camino tendrá que enfrentarse a todos esos artificios que presumen de modernos, pasar por la deformación del lenguaje para redefinirlo (sin que llegue a conocerse su forma definitiva) y adaptarse a ese mundo caótico, cambiante, que es el del siglo XVII de Góngora pero también el de ahora.

De esta forma, la poesía supera los problemas del formato y se lanza a los bits, encuentra en ellos su nuevo albergue. Late entonces como nunca, porque pasa a ser en potencia. Se vuelve interactiva, inmediata, al alcance de un solo click, y adquiere una lectura más personal. Encierra en sí misma numerosas posibilidades de entre las cuales el lector cibernético (cosmocibernético, para más modernidades) construye su propio mensaje en el momento en que decide encontrarse con ella.

El ciclo 'Soledades 2.0 No moderno artificio' nos ofrece la posibilidad de descubrir eso de la ciberpoesía en una muestra que reunirá a autores como Eugenio Tiselli, Ricardo Domeneck, Belén Gache, Miriam Reyes o Jason Nelson, entre otros. Javier Fernández pondrá el toque cordobés para completar la panoránica, junto a Pedro Ruiz, Pedro Valdeolmillos y Domingo Sánchez-Mesa.

Se trata de una propuesta arriesgada y ambiciosa (en el mejor sentido de la palabra), que incluye charlas, mesas redondas y ciberperformances pero que también deja paso a la interacción individual con las distintas obras, para realizar un recorrido propio en busca de nuestro propio albergue en el mundo de la ciberpoesía. Para completar la programación, una serie de talleres para alumnos de Bachillerato impartidos por Luis Ernesto Gómez y la posibilidad de seguir las intervenciones a través del trabajo que realizará Hackitectura.

La llegada al lugar de origen o de partida habrá que celebrarla por todo lo alto y de ello se encargarán Álex Dios, Víctor Moreno y Juan López en una sesión de Vj's-Dj's.

'Oh, bienaventurado albergue a cualquier hora' que será el Centro de Arte Pepe Espaliú los días 24, 25 y 26 de marzo (entre tanto artificio moderno).

Decir 'sí' a lo moderno de la ciberpoesía.

Fotografía de Néstor Ortiz

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Galatea

lunes, 21 de febrero de 2011

Bajo constelaciones de versos



'y que a mis versos caigan heridas las estrellas'

Pablo García Baena



Diseño basado en el poema de Gabriela Mistral 'Promesa a las estrellas'




Cuentan que hubo una gran explosión a partir de la cual comenzó todo. La energía, la materia... Un boom (no editorial, sino de los que 'crean') y, con el tiempo, galaxias, constelaciones, estrellas. Son pocos los que conocen los detalles exactos del principio de todo, algunos más los aficionados a colocarse bajo un telescopio para indagar en las conexiones estelares pero, indudablemente, todos quedamos fascinados cuando miramos hacia arriba y contemplamos esos destellos que se encuentran a años luz.

Podría establecerse un paralelismo con respecto a la poesía o ir un paso más allá y, directamente, plantar un planetario a orillas del Guadalquivir para proponer un descubrimiento conjunto y mezclar a Lorca con la Vía Láctea y a Quevedo con la Osa Mayor. Como Estrella Polar, todos los versos (así, en genérico).


Mezclar proyecciones explicativas con la observación a través del telescopio y recitales para que los ojitos de las estrellas se detengan en Córdoba entre el 6 y el 8 de abril y se plieguen ante el hombre del paraguas en el ciclo 'Versos y Estrellas', que coordina Gloria Pareja, de Zumaya Ambiente Creativo.

No se trata de dejar heridas las estrellas a base de poemas o de fulminar versos con haces de luz. Sí de acercarse al planetario situado frente al Centro Comercial El Arcángel para dejarse seducir por esa porción del universo tendida a orillas del Guadalquivir y descubrirla a través de un puñado de poemas.


Que los ojitos de los poemas reparen en las estrellas.
Decenas de cometas atravesando las pupilas.


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PD: De regalo, un planisferio de constelaciones y poemas para los asistentes.


Galatea


jueves, 17 de febrero de 2011

La revolución poético-científica


La revolución científica. Copérnico la lía parda. Desplaza la Tierra del centro del Universo, y con ella también al hombre -veinte siglos antes Hipatia se entretiene dibujando elipses-. Galileo funda el método científico. Kepler. Newton. Cambia la imagen de la ciencia, del mundo, del hombre...la revolución del saber. Descartes, gran admirador de Galileo, echa en falta la existencia de un método en disciplinas como las matemáticas y la geometría, percibe la necesidad de una vía lógico-matemática para una descripción verdadera de la realidad. Matemáticas y realidad. ¿Poesía?

Siempre imaginé a Garcilaso contando sílabas con los dedos antes de comenzar una batalla. Góngora jugando con los versos, como quien hace un puzzle de 10.000 piezas en una semana, hasta perder días enteros con una incógnita en forma de hipérbaton, para acabar construyendo las Soledades. El poema acabado como una ecuación de segundo grado, como el problema matemático cuyo resultado es la conmoción del que escucha, del que lee...De la matemática a la química...la lágrima. La metáfora justa en el momento adecuado. El verso que cierra un poema como la bola negra de billar que se desplaza por el tapiz, formando con disimulo mil figuras geométricas, entrando finalmente en la oscuridad de un ángulo de 90º. La cuadratura del círculo.

Matemáticas y poesía. Ciclo "Numerosos versos' (28 a 30 de marzo).
Descartes frotándose las manos...


Polifemo

miércoles, 16 de febrero de 2011

En 4 minutos

No se trata de reafirmarse en la idea de que los poemas tan sólo precisan palabras, unas palabras que sean esas y no otras. No hay que escudarse en la hoja en blanco o el boli. También hay poesía en el cine, la música o la danza y no por ello pierde su singularidad. Casi siempre es igual: un chispazo. Y los chispazos son multiformes y no tienen vuelta atrás. A veces la poesía son 4 minutos de sentir con los ojos.

Un videopoema de 4 minutos.


No necesitas una cinta de vídeo rosa. Tampoco una gran cámara de vídeo. Lo que importa es saber mirar y encontrar las palabras o justo al revés: tener las palabras y hacerlas imagen. En realidad, mejor todo junto. Luego puede haber algo de música y unos créditos. Sí, está el montaje, la edición... Nada infranqueable cuando el impulso está ahí y necesita saltar al dvd para llegar directo a la segunda edición del Concurso Internacional de Videopoemas, que convoca la asociación Mosayco Mediterráneo en colaboración con la Oficina de la Capitalidad Cultural 'Córdoba 2016' del Exmo. Ayuntamiento de Córdoba, dentro del marco de Comopoética 2011.


Temática libre, formato AVI y una duración no superior a 4 minutos. Esas son las restricciones. ¿Fecha límite? 8 de marzo de 2011 (a las 24 horas). Puedes consultar la totalidad de las bases aquí. Además, deberás cumplimentar a modo on-line la ficha de incripción en la web del concurso. Se entregarán tres premios: dos en metálico (1000€ y 2000€ para las categorías local e internacional, respectivamente) y otro, el premio del público, consistente en una videocámara, que será elegido de entre los preseleccionados por los asistentes a la celebración del concurso el 4 de abril a las 19.30h en la Filmoteca de Andalucía.

Ánimate. Pídele a un amigo que te eche una mano o enciérrate un par de horas con el ordenador. Mejor, sal a dar un paseo. Un videopoema (el germen) puede asaltarte en cualquier momento. Mantén los ojos bien abiertos, comprueba que no tienes pelos en la lengua. ¿Qué puedes hacer sentir en 4 minutos?

Para ir abriendo el apetito, os dejamos 'Esbozo de duelo', de Fermín Marrodán Mangado, premio del público de la pasada edición del concurso (Cosmopoética 2010).




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And now, we are suppose to translate this article into English because it's an internacional contest but... Everybody knows how to use Google traductor.



Galatea

lunes, 14 de febrero de 2011

De cuando la poesía salvó el mundo

Diseño del ciclo 'La ciudad de las mujeres' (Cosmopoética 2009)


Hay fechas ¿especiales? que nos mueven a comprar flores, bombones o libros o, al menos, eso pretenden. 'A estas alturas, el amor no va a salvar el mundo', piensa el hombre del paraguas. 'Quizás la poesía... Quizás la poesía haga que nos odiemos menos. A lo mejor la poesía nos salva algunos días (o salva esos días) y eso será como salvar el mundo'.

Cosmopoética lo intenta. A veces lo consigue más, otras sólo un poco y algunas no llega a hacerlo del todo. Pero el hombre del paraguas se esfuerza. Y lanza muchos globos. Después, se queda quieto bajo su paraguas. Cruza los dedos. Que se escapen todos los globos, que nos aplasten los versos.


Las fechas en las que flotan versos son las fechas especiales (sin signo de interrogación).


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Galatea

jueves, 10 de febrero de 2011

Volvemos a abrir el paraguas



Hay previsiones de lluvia para los próximos días. También versos inminentes para estos meses, ya sea en forma de números, hipervínculos o asaltos 'libro en mano'. Cuentan que el hombre del paraguas vuelve a hacer de las suyas. Pronto nos increpará por la calle.

De momento, acaba de recoger la gabardina del tinte y revisa por última vez los papeles de su maletín. Encuentra en su agenda la cita ineludible de los últimos siete años y se dice que por fin, que ya era hora de volver a coger el paraguas, que le encantan las tormentas de primavera. Cosmopoética 2011 al otro lado del teléfono le presiona para que se dé prisa, que responda al teléfono, que coja el tren de ese poema, que, si hace falta, le regalan un paraguas nuevo pero que llegue ya, que vuelva a pasearse por las calles. El hombre del paraguas coge el primer cosmoautobús que encuentra y se planta en la Córdoba lejana y sola que es menos lejana y está menos sola entre marzo y abril.

Este año, el hombre del paraguas se trae un bloc de notas y garabatea un poco entre parada y parada. De vez en cuando, escribe un verso. A veces, de manera intempestiva, se le viene a la cabeza un autor, una imagen o un instante de estas últimas ediciones del Festival Internacional de la Poesía en Córdoba. Os invitamos a conocerle, a increparle por la calle, lanzarle un beso o exigirle un poema.

Desde el cosmoblog, también seguimos al hombre del paraguas. Haremos un seguimiento, a modo de crónica, de los distintos eventos, de cerca, pero desde el público, justo al borde de la silla, y os invitamos a participar, a que también vosotros seáis ojos, voz y oídos, a seguirnos y a opinar.

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