lunes, 11 de abril de 2011

El hombre del paraguas tiene barba o bigote...

Fotografía: Lola Araque

Siempre ha estado ahí pero nadie había advertido su presencia. El hombre del paraguas tiene barba, es silencioso y discreto. Realmente suelta el paraguas casi todo el tiempo, tanto que parece no llevarlo nunca consigo. Aunque le gusta, jamás se pone el bombín en público, quizás por timidez, para no llamar la atención, de modo que es difícilmente identificable -precisamente lo que él quiere-. A simple vista puede parecer despistado pero es consciente en todo momento de lo que sucede a su alrededor. De hecho habita el espacio entre lo que puede suceder y lo que finalmente sucede, de manera que sin él en ese espacio las cosas serían de otra manera, quizás peores, con seguridad distintas.

Lleva camisa, normalmente de media manga. Está preparado por si hay que echar una mano (dar un consejo, coger sillas...). Silencioso. Su presencia tiene algo de inquietante: cuando llegas a algún sitio él ya está allí. No lleva bici, pero se desplaza de manera mágica por la ciudad (quizás vuela bajo un paraguas como Mary Poppins...). Cuando no es así, se mueve con inteligencia por las calles de Córdoba, podría llegar a cualquier sitio con los ojos cerrados. Camina levemente inclinado y siempre tiene preparada una sonrisa o un gesto amable cuando advierte tu presencia, aunque sea la tercera vez que te ha visto ese día. Ocupa el espacio con milimétrica discreción, con prudencia, con mesura...tanta que a veces parece que ya se ha ido cuando de repente aparece para solucionar algún imprevisto. Se acerca, apoya la palma de su mano en tu antebrazo para susurrarte con delicadeza cualquier cosa irregular que él ya ha visto y tú no. De repente desaparece del espacio y se oculta entre la gente de nuevo, en la sombra.

Le gusta el fútbol. Sorprendentemente, es del Madrid...quizás el único motivo que le haría discutir con alguien. Si fuera un jugador del fútbol no saldría en las portadas pero el equipo se derrumbaría sin su juego. Si tuviera que elegir entre poesía y fútbol le pondrías en un aprieto.

Le gusta pasar los domingos en familia. Lee el periódico con extremada tranquilidad y suele comentar la entrevista, el reportaje o el artículo que ha leído con verdadera pasión. Tiene una trabajada capacidad crítica. Un amante de la cultura y la literatura. Habla de poesía con verdadero conocimiento, aunque no lo reconocería nunca. Lo es que seguro es que no sería capaz de recitar un verso en público. Su prudencia se lo impide.

Siente cada verso, cada acto, como suyo. Si algo no sale como él esperaba, hay menos afluencia de la prevista...lo pasa mal. Es un tipo serio con su trabajo pero quizás simplemente porque pone amor en lo que hace. No se va a casa hasta que está seguro de que todo marcha de manera adecuada. Y entonces, cuando llega el momento de disfrutar el trabajo bien hecho, ya está pensando en cómo hacer las cosas el día siguiente.

Trabaja en 'la otra Cosmopoética', lejos de los micrófonos y las entrevistas. Sin embargo sin él nada sería igual... Es el hombre del paraguas.

'El hombre del paraguas' podría ser Javier Lucena, Manuel Pérez o Manuel Rueda. Su trabajo, su dedicación a Cosmopoética, su amor a la poesía...ingredientes indispensables para conseguir el éxito alcanzado por Cosmopoética8. GRACIAS...

Polifemo dixit...

domingo, 10 de abril de 2011

El vuelo


Fotografía de Lola Araque


La poesía queda. La poesía se queda en Córdoba siempre.


Galatea

El último verso

Sí. Había llegado el momento y aún no terminábamos de creernoslo. Eran las ocho de la tarde del 10 de abril y Marta Jiménez nos adelantaba lo ya evidente: que la lluvia de versos del último mes tocaba a su fin, que se acercaba el momento de poner el último verso. El hombre del paraguas estaba allí, como absorto, en el Alcázar de los Reyes Cristianos, abarrotado, presenciando la escena, disfrutando de la última gota de lluvia de un día soleado de la mano de la poesía de Coral Bracho, Charles Simic, Pilar Paz Pasamar, Cees Nooteboom y José Manuel Caballero Bonald.

"Esto que ves aquí no es. Alguien te oculta una pieza. Es el fragmento que da el dentido", se escucha en la voz de Coral Bracho. Por muchos fragmentos que intentemos recomponer, nunca se podrán materializar el sentido de todos estos días tan cósmicos, tan poéticos, en un acto. Coral nos devuelve algunos retazos de ella, de los caballos del caos, de su polvo de estrellas, del agua de medusas... Y "que caiga esa lluvia fina (...) que caiga sobre los muros, que los vaya borrando". A esas alturas, a Córdoba le quedan pocos excelsos muros, así, a lo gongorino, que no estén cubiertos de poesía.

Después pasábamos a las fábricas de máquinas desaparecidas, sin obreros, donde sólo quedaba una silla, la de Charles Simic, a cuyos poemas ponía voz en español Carlos Pardo a través de las traducciones de Martín López Vega. "Está tan oscuro que el fin del mundo debe de andar cerca", escuchamos. No tanto el fin del mundo pero... "Es que hay cosas en el mundo definitivamente indefensas" ¿Es la poesía una de ellas? De serlo, seguro que Cosmopoética se ha encargado de darle un poco más de valentía. "Queridos espectros, no me creo que estéis aquí". Sí, allí permanecíamos, atentos, ansiosos en parte.

Para Pilar Paz Pasamar, la poesía es ese sexto sentido que completa a los otros cinco. Es risueña, cariñosa, una mujer del sur, cálida, que celebra los encuentros con los amigos, que rinde homenaje a Góngora y a Córdoba, ciudad a la que tantos versos ha dedicado. Antes de comenzar con su lectura de poemas, pedía un aplauso para José Manuel Caballero Bonald: "Este senor se merece un aplauso porque yo le voy a dar un abrazo ahora mismo". Ella, que es una niña de posguerra, nos advierte que "al mar pequeño se va cantando".

Cees Nooteboom considera que cuando se lee poesía, no hay idioma en la que ésta no suene bien. Lo habíamos comprobado a lo largo de estos días. Él simplemente iba a aportar su pequeño trocito con versos en holandés. "Dios habla en holandés", bromea acerca de su poema "La primera foto de Dios". "La retórica del agua estalla sobre el dogma de piedras (...) Sólo el poeta sabe cómo acaba", concluía.

Finalmente llegaba el turno de José Manuel Caballero Bonald, invitado por primera vez a Cosmopoética. Marta Jiménez lo indicaba y le daba la bienvenida con un "ésta es su casa". Él comenzaba su intervención señalando que se iba a limitar simplemente a leer sus poemas, sin explicar nada acerca de ellos, para aprovechar el tiempo de que disponía, porque "no sé si es mejor pero es preferible". Todos cazamos el dardo al viento, "cosas así de simples y de soberbias", que podríamos decir recurriendo a uno de sus versos. Tras unos cuantos poemas, "una sombra cruzándose en la noche con mi sombra", y los aplausos.

Antes de que el último reducto cósmico y primaveral se disolviera, el alcade de la ciudad, Andrés Ocaña, dirigía a los allí congregados unas palabras. Hacía alusión a la estrecha relación entre Córdoba y la poesía y, lo más importante, daba las gracias y la enhorabuena a los 54 autores de 17 países diferentes que habían formado parte del cartel de Cosmopoética, a la organización, por su profesionalidad y su cariño -palabras muy acertadas- y a la ciudadanía cordobesa.

Abrazos, intercambios de miradas, choques de manos y guiños se sucedieron durante su intervención, porque tan sólo había dos reacciones posibles ante la inminente clausura: la de los que valoraban el éxito del festival, que alcanzaba entonces su punto culmen, y la de aquellos que lo veían desde dentro, que habían estado trabajando a pie de acto, aun antes de que los distintos proyectos tomaran forma, aquellos que habían sido Cosmopoética día a día. Por la cabeza de todos estos últimos pasó algo así como '¡lo hemos conseguido!', salpicado una intuida nostalgia por su ausencia.

Aplaudimos todos. Todos celebrábamos una edición más de Cosmopoética. El hombre del paraguas se abrochaba la gabardina.

Galatea


El penúltimo asalto del hombre del paraguas

Con el eco de la concesión del Premio Nacional de la Crítica a Juana Castro, se abría una nueva lectura en la Posada del Potro como penúltimo asalto del hombre del paraguas a la ciudad en esta octava edición de Cosmopoética. "Córdoba rezuma poesía y en abril más que nunca", rotunda afirmación con la que Francisco Carrasco daba el pistoletazo de salida a esta segunda lectura al sol, para la que los asistentes a la primera estábamos ya un poco más preparados.

Joaquin Pérez Azaústre, que todavía conserva en los labios el sabor del Premio de Poesía de la Fundación Loewe, comenzaba su intervención agradeciendo la "asistencia heróica con este calor". "Aún es pronto para volver a casa", dice Joaquín en Las Ollerías, pero el recorrido por la memoria que emprende en el libro y que, de alguna forma, perfilaba escuetamente en su lectura, después de pasar por "La casa azul", confluía en "El Puente Romano", que dedicaba a Pilar Paz Pasamar, por su cariño a los poetas cordobeses.

A Fatena al-Gurra, le hacían ya fotos antes de comenzar la lectura y sentarse a la mesa. Ella sonreía y confesaba "I feel like a movie star". Fatena es preciosa. Probablemente lleva siendo preciosa desde que naciera en Gaza hace 35 años, porque tiene un brillo especial en los ojos que es ya de por sí, sin necesidad de palabras, pura poesía, sensualidad. Si cierra los ojos, hay un eclipse de sol hasta que vuelva a abrirlos, podríamos decir acerca de ella ,parafraseando algunos de sus versos. Tras agradecerle de manera muy emotiva a Elena Medel su ayuda y cariño, pedía una minuto de silencio para todas las víctimas del mundo arabe. A ellos quería dedicarles sus poemas. La lectura de Fatena, más que lectura, suponía una interpretación del poema a través de la fuerza del rostro. Blanca Andreu, que se ocupaba de la lectura de los poemas en castellano, adelantaba ya, antes de acometer su labor, que era imposible aportar más matices de los que ya lanzaba Fatena con su voz. Su canto terminaba en un susurro.

Con valter ugo mãe pasábamos al portugués. Un poeta polifacético nos relevaba la complejidad de lo sencillo con una poesía intimista, que para hablar del amor o de la ausencia del mismo recurre a elementos cotidianos. Escuchamos hablar de la estrechez del amor de una forma muy natural: "decidimos comernos el amor, porque el hambre era mucha y el amor un desperdicio" o algo así como una prescripción médica: "Comerse el amor proporciona salud, pensamos". Al llegar al poema titulado "Gordo y calvo", el público se rió y se giró inmediatamente para mirarlo. Pero no. No era gordo. Calvo sí (o casi). Él mismo se invoca dentro del poema de la siguiente forma: "Eres un tipo raro, valter ugo". Sin embargo, lo que desató mayores carcajadas fue la instituida como "la máquina de hacer españoles, la máquina que transformase españoles en portugueses".

Blanca Andreu personificaba la elegancia de la voz de una mujer que comenzó siendo una gran joven poeta pronto y que ahora disfruta del poso de la quietud. "Así somos nosotros (...) como ángeles, como campanas junto a la piel del cielo", dice en uno de sus poema acerca de los poetas. "En sus ojos la creacion lee sus derechos", se lee en uno de sus poemas. Sí, en los de Blanca.

Francisco Carrasco nos presentaba a un Fabián Casas que distaba mucho de como nos lo presentaban en la Biblioteca Municipal central el pasado viernes. Ésta, con un carácter más celebrativo, remontaba la comicidad demoledora de la del viernes. Sin embargo, Fabián Casas se apresuraba a asegurar que él es un "depresivo demoledor". Muy conteto por la experiencia de estos días, daba las gracias a sus compañeros, a la organización y hacía mención al look enviadiable, modernísimo, de Fruela Fernández, Carlos Pardo y Curro Bernier. También a Arturo, de la organización, que se parece a Brad Pitt, y a las chicas lindiíimas."¿Alguien dudaría entonces de que yo también soy el genio feliz de esta familia?", pregunta en alguno de sus poemas. Por nuestra parte, nadie lo duda.

Después de la lectura, llegó el momento de asimilar el hecho de que algunos compañeros, poetas, se marchaban ya, a primera hora de la tarde o de inmediato. Comenzaron a verse las primeras despedidas, los primeros abrazos e intercambios de direcciones de correo electrónico y números de teléfono. Pero al hombre del paraguas aun le quedaba el último asalto y las horas estaban contadas...


Galatea

En la playa de Pauline

Puntualidad máxima, extrema. A las 23.31 apagaban las luces de la Sala Orive y a las 23.32 salían ellas al escenario, ambas con pantalones y camiseta negra. Pauline en la playa son Mar y Alicia. Tras doce años de trayectoria, han conseguido consolidarse en el panorama independiente del pop, un pop un poco más exquisito, de ese que se baila en locales pequeños con copas de vino tinto. Desde Gijón, nos traían la cadencia del mar, acompañadas por un multiinstrumentita que hacía que sus manos recorriesen el teclado, el saxo y la flauta. "Vas a entrar en órbita", le dijeron, al verlo rodeado de instrumentos en su pequeño espacio del escenario, casi como una nave espacial. Luces rojas marcaban el ambiente de una Sala Orive de nuevo llenísima, pero de un público que se mantuvo en silencio, respetuoso, y ellas lo elogiaron.

Mar y Alicia fueron alternando canciones de amor y desamor de manera equilibrada, armoniosa, de manera que todo el conjunto quedó como suele suceder casi siempre en la vida, con un toque agridulce y un punto de surrealismo. El saxo ponía ese toque distinto que hace exquisito el pop independiente de las hermanas Álvarez.

Entre otras, pudimos escuchar eso "Menuda torpeza y van tres, lo peor de esta vez es que me he enamorado. Y resulta que el tipo es un pez, concretando me ha dicho que es un cetáceo y ya ves..." El público celebraba la elección del repertorio. Fueron alternando canciones de sus primeros discos con las del último, 'Física del equipaje'. A lo largo de la actuación humo risas, bromas... Se colaron anécdotas y algún que otro despiste en cuanto a la canción que tocaba interpretar. Ellas confesaron que se les había hecho cortísimo, porque estaban muy a gusto.

Poco más de una hora para que un corazón redondo que rueda y rueda y se escurre y cae al suelo, como dice su canción, fuera recorriendo los ojos de los asistentes para, al final, recomponerles un poco por dentro, porque las hermanas Álvarez son candor, ternura encima del escenario.

Llegó el final del concierto y se despidieron deseando regresar pronto a Córdoba, "cuando ya seais Capital Cultural Europea", precisaron, y el público estalló en aplausos. Se retiraron del escenario y volvieron a aparecer para regalarnos un par de temas más: 'Mis muñecas', la canción que decidieron ceder en su día a 'Nosoträsh', y 'Coplas de un iconoclasta enamorado'. Con ésta última querían rendir homenaje al grupo 'Vainica Doble'. Aplausos, más aplausos y un público arremolinado a la salida para hacerse con unas chapitas del disco terminaban de componer la instantánea de esta irrupción de playa en medio de Córdoba.

A la playa de Pauline uno no acude a naufragar, sino a abandonarse.

Galatea

Cerrando el paraguas...


Fotografía de Isaac Lobato

Domingo. 10 de abril. Disfruta las pequeñas cosas...Último día de Cosmopoética 8.

Polifemo

La reivindicación de la voz

La tarde comenzaba en un entorno muy andaluz, con sillas de enea bajas y macetas por las paredes. Pese al fulgor, predominaba el color azul. El Patio del espacio Cultural, situado en Rey Heredia, 22, se tornaba como la reivindicación de una Capitalidad Cultural merecida, respaldada esa tarde, por un lado, por la tradición, con la presencia de Pablo García Baena y la presentación de la 'Poesía Completa' y el 'Diario' (ed. Pre-Textos) de Juan Bernier, publicaciones con las que la ciudad trata de pagar una deuda a ese poeta olvidado y que ahora busca hacer suyo y reconocer como parte de su identidad, y, por otro, por el presente poético, de la mano de La Bella Varsovia, a cuenta de quien corría en esta edición de Cosmopoética la publicación de la Colección Cosmopoética de Poesía Internacional.

"Un día grande que tiene que ser abierto por el más grande", se comentaba acerca del hecho de la presencia de Pablo García Baena ('Su Majestad don Pablo García Baena,' según La Bella Varsovia) para rendir homenaje a Juan Bernier desde la pasión y el rigor. Para ello, se reunían en la mesa Pedro Ruiz, Daniel García Florindo y Juan Antonio Bernier. Con la edición de la 'Poesía completa' de Juan Bernier se recupera ese legado literario, esa 'memoria poética'. Se trata de una poesía que hace al hombre y descubre su intimidad, que resulta hoy increíblemente moderna y nos ofrece la oportunidad de devolver a Bernier su discurso más exacto. Por otra parte, Juan Antonio Bernier precisaba que la literatura española estaba de enhorabuena con la publicación del 'Diario de Juan Bernier', donde "quien habla es Juan" buscando en la escritura el (re)conocimiento del yo. "Yo quiero más a mi tío después de leer el Diario", sentencia Juan Antonio, y considera que también los lectores querrán más a su tío después de su lectura.

Unos minutos más tarde este patio andaluz cambiaba de tono. Elena Medel comentaba que parecía un chiste el hecho de que se encontraran situados en un tablao flamenco personas de procedencia tan distinta. 'Dejar atrás el agua. Nueve nuevos poetas cubanos' y 'Fronteras del lenguaje. Antología (2005-2011)', de Uljana Wolf, veían la luz. Preciosas portadas las de estos libros, colocados estratégicamente sobre la mesa, para hacerle un hueco a voces no escuchadas. Fruela Fernández y Juan Antonio Bernier presentaban esa antología que recoge a nueve poetas y que nos trae la poesía cubana más reciente. Karel Bofill ponía rostro al resto de sus camaradas y nos traía la musicalidad de otra patria y sus ojos y "la extraña tristeza en que crecimos".






Vladimir Morales, un físico interesado en todas esas fuerzas e interacciones que dan complejidad y universalidad a la poesía de la misma manera que lo hacen con la física, ha sido el encargado de traducir los poemas de Uljana Wolf para compilar 'Fronteras del lenguaje. Antología (2005-2011)'. Escuchábamos la voz de la autora acompañada por la sonrisa de Vladimir, que sonreía y asentía, como quien de repente es capaz de ver de cerca algo que sólo antes existía en las fotos.








De Rey Heredia pasábamos a recorrer unas cuantas calles más para llegar hasta la Fundación Antonio Gala. Es todo un clásico de Cosmopoética que los poetas del cosmos asalten la Fundación para también hacerla suya. José María Gala nos daba brevemente la bienvenida a la Fundación para ceder después la palabra a los distintos autores. Comenzaba María Rosal. Con ella, la esperanza se transformaba en la vía para romper con la miseria moral. Esta cordobesa, a la que le gusta cambiar de tono para ver la realidad desde distintas perspectivas, terminaba su intervención con un par de poemas de tono irónico. Con Marcelo Uribe llegó la pintura y los recuerdos de un álbum familiar muy peculiar. Su intervención fue breve, porque Marcelo sabe que la fuerza reside en el instante ("vio como la guerra vino y se fue", no hace falta decir más para desgarrar cuerpos). Con el poema 'Última función' cedía el turno de palabra a Lêdo Ivo, que dejó un tanto sorprendido a Juan Carlos Mestre al anunciarle sin previo aviso, allí, justo en escena, que sería él el que recitara sus poemas en español. Su poesía nos dejó a todos absortos por ser sumamente precisa, pues "la verdad no puede ser dicha". La patria de Lêdo Ivo no se encuentra en ningún idioma, ya que "ninguna lengua puede ser patria" sino se trata ésta de una "patria sin lengua y sin palabras", que nos devuelve a la tierra.

"También para nosotros corren malos tiempos", precisaba Juan Carlos Mestre haciendo alusión a los poetas antes de su intervención. Después se levantó, se colocó junto al atril y cogió su acordeón. Nos preparamos entonces para cualquier cosa. A través de la escenificicación de la voz y de la música, los poemas de Juan Carlos Mestre tomaron cuerpo. El momento más emocionante fue cuando dedicó uno de ellos a Blanca Andreu, porque, según aseguraba, de no ser por haber leído su libro, habría sido panadero, como su padre. Tras su intervención, el público rompió en aplausos. Juan Carlos se sentó, siguieron los aplausos. Volvió a levantarse y dio las gracias llevándose la mano al pecho. Por último, cerraba esta lectura Juan Manuel Roca, cuya 'Poética' tiene que ver con la palabra 'coyote'. Con sus poemas nos adentra en el mundo de las estatuas inválidas, de las estatuas de bronce, con una brillante maestría y precisión en el lenguaje. 'Biografía de nadie' ponía el punto y final a esta sucesión de voces en búsqueda de oídos cómplices.


Galatea


Una lectura ligera

Puntual, la poesía se hizo ágil, porque el sol apretaba y no había suficientes sillas a la sombra. La poesía se hizo ágil, ligera, fluida, pero no por ello perdió su poso. En realidad, todo comenzó siendo la 'historia de una sombrilla', que no terminaba de hacerse un hueco en el escenario, que creaba una realidad paralela, tremendamente cómica.

Fotografía: Lola Araque

En un espacio cargado de historia, con grandes nombres poéticos a sus espaldas, como es la Posada del Potro, el público se arremolinaba, se colocaba por las esquinas, en el piso superior, esquivando el sol. Si uno conseguía hacerse con un huequito, se daba cuenta de que pronto desaparecía el calor y un aire fresco se colaba por entre las piernas hasta rozar los brazos.

Fotografía: Lola Araque

A una presentación exquisita, precisa a la par que emotiva, a cargo de Bernardo Ríos le sucedía la voz de Matilde Cabello, que presentaba la poesía como inventario del tiempo. Ella nos traía las experiencias de todos a través de su singular. Se materializaba entonces la infancia, la llegada del amor... Con la franqueza de quien sabe que "todo es regreso", sentenciaba: "ya sabemos que los poetas somos mú mentirosos". Sí, pero ella sólo perfilaba una búsqueda de su verdad. 'La tierra oscura' la llevó a reencontrarse con la infancia para tomar una decisión de ruptura y volverse a encontrar a sí misma entonces, sin gafas de sol, sin desvelos por la noche. Con la cadencia de esa voz que se vuelve confidente, Matilde precisa: "Hoy habito el desorden".

"Vengo del sur y soy la pulpa o la soledad de un fruto". Así comenzaba Juan Carlos Abril, con su camisa morada y sus gafas de sol oscuras. "Para ser feliz hay que sentir el mundo con su estómago vacío", "somos una canción inacabada", resuena entre el blanco de las paredes y las flores de alrededor. Juan Carlos comentaba que después de un tiempo sin escribir, por fin había vuelto a ponerse a ello. El resultado había sido "Sobre la herida", un poema que dedicaba a su amigo Carlos Pardo, "amigos de nuestra herida", "esa cápsula de confianza".

Fotografía: Lola Araque

Bernardo Ríos presentaba la poesía de Maram al-Masri a medio camino entre la tradición poética árabe y la tradición lírica de la modernidad europea. Maram, que parece salida de un cuento de 'Las mil y una noches', considera que "la poesía debería ser comprensible para todo el mundo pero es un sueño (...), un sueño del alma" (por fin alguien cuerdo, pensamos algunos). Toda la belleza y la sensualidad de Oriente se concentraban en su inspirar antes de comenzar a leer. "¿Qué me hace sinceramente hermosa?", se pregunta. Mira al público, inclina ligeramete la cabeza y deja salir las sílabas poco a poco: "Una mujer en la celebraxión de su pasión alborota con los ángeles de un hombre", para después sentenciar: "cada vez que un hombre me abandona me vuelvo más hermosa". Sí, Maram es tremendamente hermosa.

Entre una lectura y otra se colaba la noticia grandiosa de que le habían concedido el Premio de la Crítica a la cordobesa Juana Castro. Ana Mª Moix, la última de aquellos novísimos, felicitó a Juana y la calificó como "una gran compañera, mujer de corazón inconmensurable". Y es que, muy acertadamente, Ana Mª Moix dice: "No creo en la inteligencia, creo en la bondad. Creo que hay que ser muy inteligente para ser buena persona". No podía haber mayor verdad en boca de quien considera que literatura y vida son inseparables. "Quiero establecerme en el sur y ver pasar las tinieblas", se escucha en la voz de Ana Mª.

Antes de finalizar esta lectura ágil bajo el sol, Mircea Cặrtặrescu comentaba lo contento que estaba de estar en Córdoba. Nunca antes había estado en España pero creía que, si eran así todas las ciudades, el país entero debía de ser un paraíso. Ante semejante afirmación, un espontáneo comenzó a aplaudir, pero el público no secundó la inicitiva. Mircea nos habló de su amor por Nathalie Wood y de esa moto aparacada bajo las estrellas que se siente sola y tiene sed de amor, porque s eha pasado toda la vida ayudando a otros a hacer el amor y ahora sus cilindros laten con locura.

"Bueno, pues, es hora de una cerveza o dos", se despedía Bernardo Ríos.
'Pues eso', pensamos todos.


Galatea


sábado, 9 de abril de 2011

El chico del 'ay' y la chica-orquesta

Demostraron la elegancia de la sencillez. La poesía hecha música no precisa de palabras previas, de aclaraciones, si es tan buena que se sostiene por sí misma. Nacho Umbert rompió con la costumbre más común de los cantautores: hacer de monologistas y vender sus anécdotas por encima de la música. Pero Nacho no. Pasó de ser un showman para, simplemente, mostrar su música.

Con su polo verde, un poco tímido, sin despegarse de su guitarra ni del micrófono, se quedó allí, como petrificado, sentado en el lado izquierdo del escenario. Al otro, la chica-orquesta, el acompañamiento musical perfecto: versatilidad y maestría. Por su parte, el público se arremolinaba en la sala. No sólo estaban ocupadas todas las sillas, sino que se divisaban cuerpos de pie a ambos lados e, incluso, algunos estaban sentados en el pasillo central. Si uno alzaba la vista y se detenía un poco, el reflejo de las luces en el techo lo embriaga casi tanto como la voz de Nacho. Era la otra perspectiva del momento, rota en cuadraditos de cristal.

Tocó la mayor parte de las canciones de su último disco, con el que volvió a reaparecer en panorama nacional el año pasado, y algunos temas nuevos. Su voz, capaz de hacer suspirar a cualquier chica, nos recuerda que se puede hacer buen indie en español. El ex Paperhouse es un chico un tanto triste que entona canciones cargadas de fuerza precisamente por la sencillez de su vocabulario. Cada dos por tres, se cuela un 'ay'. Así se llama el disco, comenta Nacho, porque él no para de decir 'ay' cada dos por tres. Sí, él es el chico del 'ay', el público secunda tal afirmación. Nos habla de rizos sin domesticar, de confidencias en el palomar. Va hilando unos temas con otros sin precisar nada. No hace falta. De repente, cualquier frase-proyectil: "cómo me gusta la forma que tienes de abrazar".

Alguna canción nueva hizo sonreír al público, como "Una chica espectacular", pero luego cambiaba de registro y regresaba a esa voz nostálgica, desgarradora para un viernes por la noche. Nos enseñó un nuevo refrán catalán, algo así como "¿Quién te ha hecho ese agujero?, le dice el muerto al degollado". A algunos nos dejó fascinados.

Con "Cien hombres y uno más", según él, la canción que mejor lo define, cerraba su actuación. Sin embargo, el público aplaudía más y más y el chico del 'ay' y la chica orquesta terminaron por salir a escena de nuevo. Nacho sentenció: "vale, más". Y tocaron un tema nuevo: "Nuestra especialidad".

Su especialidad es la humidad, la sencillez. Ay.



Galatea

Fotografías: Lola Araque

Myspace Nacho Umbert


FABIÁN Y KIRMEN


La 'Biblioteca de Lepanto' tenía que dar un año más cabida a alguna gran lectura de 'Poetas en el mundo' y así fue. Si bien hemos podido disfrutar de los 'Versos grabados' de Cosmoarte, se hacía necesario escuchar en dicho escenario el verso en directo. Y que es 'Lepanto', en los últimos años (prácticamente desde su apertura), se han convertido en un pulmón cultural extraordinario para la ciudada, un punto de encuentro para los amantes de la cultura, sobre todo del libro: charlas, exposiciones, visitas de colegios e institutos, actividades para el fomento de la lectura, una extraordinaria biblioteca para los presentaciones de libros, el éxito de los clubes de lectura etc. Sin duda, un espacio importantísimo dentro del barrio donde se sitúa, para la ciudad. Un lugar lleno de vida. El trasiego del libro... la cultura en movimiento.


La lectura de ayer fue realmente especial... sobre todo divertida, muy divertida. Desgraciadamente Felipe Benítez Reyes causó baja por asuntos familiares, pero el resto de poetas nos plantearon un recital que no dejó indiferente al público.

A destacar: las presentaciones de poetas y habituales de la poesía o los clubes de lectura en Córdoba. De los poetas una inmensa Uljana Wolf, cuya poesía podemos disfrutar precisamente en la colección Cosmopoética que se presenta esta tarde, en el libro Fronteras del lenguaje. Antología 2005-2011, editada parra 'Cosmopoética' por la La Bella Varsovia. Por cierto, la poeta alemana no pudo comprender la presenta ción de Concha Alcaide por la barrera del idioma pero dedujo que había sido muy 'profunda'. En mi opinión el resto del acto el traductor debió mostrarse más atento y traducirle algún elemento de la intervención de otros poetas. Todavía nos quedan cosas que mejorar.


Inolvidable la divertida presentación de Fabián Casas (izquierda), que a continuación se mostró igualmente ameno y simpático....Su aspecto excéntrico delata su actividad filosófica e intelectual: pero su verbo nos mostró a una persona cercana y amable, con una preciosa ironía y un genial sentido del humor.

En mi opinión, con Fabián Casas vivimos los instantes más mágicos del acto. Pasar de la sonrisa y la carcajada a la auténtica conmoción de una poesía espectacular y sorprendente que realmente encandiló al auditorio. Autor absolutamente recomendable,,,

Con Kirmen Uribe tres cuartos de lo mismo. Primero una cariñosa y trabajada presentación. A continuación, varios poemas, la mayoría de ellos inéditos. No conocía la poesía de Kirmen. Una grata sorpresa (otra más...). Con su aspecto de niño despistado, Kirmen propone una poesía delicada y sencilla, mostrando una tremenda capacidad de observación.

Esta tarde en la 'Fundación Antonio Gala' un nueva cita con 'Poetas en el mundo'. 'Poetas en la fundación': Marcelo Uribe, Lêdo Ivo, María Rosal, Juan Manuel Roca y Juan Carlos Mestre. A las 20:30. Llega con tiempo que te quedas sin sitio. Ah no te extrañe ver por la calles al hombre del paraguas melancólico. No te preocupes, es sólo que esto se acaba...

Polifemo

Tenderse al sol

Por cortesía de Marta Prieto y Alfonso Gisbert


Entre acto y acto, cerrar un poquito los ojos y tenderse al sol, para reponer fuerzas.


Galatea


Poética del cosmos

Durante estos días hemos podido descubrir en 'Versos y estrellas' que mirar al cielo es verdaderamente un acto poético. La poesía se ha apostado en el balcón del Guadalquivir y ha congregado a un gran número de personas de todas las edades: niños y mayores disfrutaron observando el cielo con otra mirada.

Alejandra y Polifemo adentrándose en la oscuridad del planetario y ocupando los únicos asientos libres ('Cosmopoética' tiene tantas actividades que a veces los integantes del 'cosmoequipo' no pueden llegar a tiempo a todo...). La experiencia de nuestra visita: positiva. Interesante, sorprendente, también divertida...

Mirar a los ojos a la osa mayor, comprobar la tozudez de la estrella polar, la luna en Tauro, que embiste planetas a diestro y siniestro...Viajar en el tiempo con los movimientos de las estrella. Neruda ya miró al cielo: "La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos..". Descubrir las constelaciones, seres mitológicos y animales que habitan en el cielo un espacio sin espacio. Viajar a Saturno y echar una carrera en los anillos, echarle paciencia y llegar a otras galaxias, a unos millones de millones de años luz...Dirigir la mirada hacia arriba hasta que te duela el cuello.

Usar el telescopio, unir estrellas como un crucigrama, adivinando la constelación de un hombre de negro, con paraguas...

Polifemo

Seguir el ritmo al hombre del paraguas un viernes por la tarde

La tarde comenzaba con el sol, de nuevo apretando fuerte. En la Casa Góngora se hacía un hueco la calma en un entorno con las paredes blancas, salpicado por un árbol. Era la quietud de la hora de la siesta tardía. Los poetas se reunían para convocar el nombre de Góngora y, con él, el de la poesía.

"No estamos en la casa de Góngora, pero estar en Córdoba siempre es muy emocionante, sobre todo para quien ha estudiado la obra de Góngora", precisaba Andrés Sánchez Robayna, el primer poeta en intervenir. Versos como "que el sol de la materia se derrame sin término", "su lugar y su luz, metáfora de usted" o "respirar era entrar en sus palabras" parecían dar testimonio de la atmósfera que allí se respiraba.

Presentados todos ellos por Carlos Clementson, se sucedieron Kateřina Rudčencová (República Checa), Alejandro López Andrada, Ana María Moix y Balbina Prior. Kateřina nos acercó a una poesía más intimista, esa que habla de noches repletas de gritos y sollozos, de cubrirse de hojas violetas o de ensimismarse en la lectura por no ternerse en cuenta a uno mismo. "Me reconocerás por mis pasos y por la forma de mi sombra", dice ella. También por su vestido rojo.

De la Casa Góngora pegábamos el salto al Centro Cívico Municipal Centro – Corredera, convertido en un improvisado estudio de radio de rne, desde donde se retransmitía la emisión en directo de 'El Ojo crítico'. El programa se abría con la canción 'Perder el miedo', de Deneuve. La primera canción de su primer disco daba el pistoletazo de salida a un programa por el que pasarían Kirmen Uribe, Joaquín Pérez Azaústre, Carlos Pardo y Cees Nooteboom.

La voz de Adolfo Carrillo, vocalista de Deneuve, con sus gafas de pasta negras y su camisa a cuadros, precisaba el tono de la tarde. Después, los versos en euskera de Kirmen Uribe seducían a través de las ondas. Carlos Pardo hablaba de su novela "Vida de Pablo", con la que da el salto a la narrativa y que se presentaba la noche anterior en Córdoba. Al presentador debió de trastocársele algo en la cabeza con eso de hablar del paso de la poesía a la narrativa y terminó por preguntarle a Joaquín Pérez Azaústre que para cuando él. Hubiera sido una pregunta con mucha lógica de no tener publicadas ya unas cuantas. Pero Joaquín se rió, se rió el presentador y nos reímos todos, porque el hombre del paraguas, en esta cosmosemana tan intensa, nos trae un poco a todos de cabeza. Por último, lo más esperado: una entrevista a Cees Nooteboom.

Al mismo tiempo o quizás un poco antes -el hombre del paraguas y su ubicuidad-, el cine de Tonino Guerra llegaba a la Filmoteca, con la proyección de El eclipse (1962) (Michelangelo Antonioni) y Amarcord (1973, Federico Fellini).

Un poco más allá, en la Biblioteca Municipal Central, se congregaban Uljana Wolf (Alemania), Felipe Benítez Reyes, Kirmen Uribe, Fabián Casas (Argentina) y Blanca Andreu para una lectura colectiva. El punto cómico y las risas llegaron con Fabián Casas, que una vez fue despedido por quedarse dormido en una cámara frigoríca y que precisó que hubo un tiempo en que escribía poemas cortos porque hacía frío. A continuación, Kirmen Uribe. Lo mejor de Kirmen es cuando recita en vasco de memoria, mirando fijamente al público.

Por último, antes de prepararnos para trasnochar, un recorrido elegante, sencillo, humilde, pero muy bonito, por las constelaciones en el improvisado planetario que el ciclo 'Versos y estrellas' nos traía a orillas del Guadalquivir.


Galatea


viernes, 8 de abril de 2011

Frente a la pantalla


Por cortesía de Marta Prieto y Alfonso Gisbert


El hombre del paraguas en apuros, con serias dificultades para seguir el Cosmoprograma al pie de la letra. Pero él ya ha alcanzado el don de la ubicuidad. Ocho años de entrenamiento dan para bastante...


Galatea

Una buena merienda


Fotografía de Isaac "Lobato" Ambrosio


Cosmoconsejo: No está de más una buena merienda entre acto y acto. La poesía y el estómago lleno también se llevan bien.


Galatea

ELOGIO ELOGIO ELOGIO

Ayer a las 19:30, en la nueva Terraza del Museo Arqueológico, tuvo lugar la lectura de los poetas emergentes de 'Cosmopoética 8'. Como cada año, el acto aglutinó toda una serie de voces jóvenes de la poesía española. Siete voces, 7 maneras de entender la poesía...El último tercio del siglo XX nos ofreció un panorama en el que, a pesar que de los libros de texto tratan de etiquetar el modo de hacer poesía, difícilmente podríamos configurar una clasificación. La poesía de finales del siglo XX -principios del XXI nos los pone imposible...

Las 7 voces, de ayer, dentro de su variedad, resultaron sin embargo muy parecidas, lo que no desacredita un ápice la calidad de sus versos: la honestidad de Hasier Larretxea, la batería de imágenes en la poesía de Antonio Mochón o Nieves Chillón, la contundencia de Ana Toledano, la intensidad de Odile L'Autremonde y la sugerente intervención del joven cubano Karel Bofill. El acto no decepcionó. Se ha convertido, por decirlo así, en una especie de bautizo poético dentro de festival. De esta lista nos permitimos hacer mención especial Berta García Faet.




Berta habita el mundo con ternura. Camina con inocencia pero sus versos nos dicen los contrario. Ocupa el espacio en silencio, aparece y desaparece, da la sensación de estar libando el mundo que le rodea para aprender cada pequeño detalle. Sus ojos grandes le delatan. También es contundente en su lectura. Recita con aparente tranquilidad pero se mueve en el verso con una soltura extraordinaria. Marca con lápiz cada pausa, cada cambio o giro repentino en su verso. Nada es casual en Berta. Tampoco lo es que durante estos días su poesía nos haya dejado a todos con la boca abierta. Con su poemario Introducción a todo, IV Premio Pablo García Baena de Poesía Joven, Berta nos propone una poesía para el aprendizaje, un instrumento para el auto-conocimiento. La poesía de Berta es una carta dirigida al lector, necesario en esa especie de movimiento dialógico, ese constante ir y venir de la palabra que se percibe en su poesía.

Introducción a todo es también un descenso a los infiernos, una mirada al interior donde la voz protagonista nos ofrece todo un catálogo de sentimientos que configuran un libro edificado desde el recuerdo y una existencia solitaria…extraordinariamente sensible.

En Berta el hecho poético es algo natural, la creación es verso; la búsqueda de la palabra exacta es verdaderamente un rito depurador. Quizás por ello, por su dedicación a la poesía vemos en sus versos una tremenda lucidez. En Berta escepticismo, soledad, hedonismo, desengaño...pero también una fuerza demoledora que procede de no dejar escapar la realidad fácilmente, a pesar de su carácter mutable e 'irreal'. Berta es observación y luz. En Berta la única respuesta a todas nuestras preguntas es la poesía.

Polifemo

El hombre del paraguas también viaja en tren


Cursiva
Fotografías de María González


Al anunciar 'Córdoba Central', el hombre del paraguas recoge sus libros y se prepara para bajar del tren. Se frota las manos al pensar en este fin de semana...


Galatea


Trovadores modernos con un toque cubano


La Sala Orive era como un círculo de intimidad bajo la luz roja de la voz de Tontxu. Los trovadores modernos asaltaban una vez más la sala para demostrar que a veces la poesía también se canta o que lo que se canta es poesía. Por el camino, queda espacio para las bromas, para hacer alusión a las experiencias personales o para recordar ese echar de menos el mar de un marinero madrileño. Tontxu finalizó su intervención separándose del micrófono. Su voz se volvió más limpia aún. Rasgaron más ese "y olvidar la muerte y la soledad", ese "no recuerdo pasado antes de ti".

Con Boris Larramendi el espectáculo dio un giro. Las luces se volvieron azules. Cuba aterrizó en Córdoba para dejarnos su ritmo y su buen humor. Este artista cubano habló del exilio a través de la alegría, combinando letras comprometidas con algunas más ligeras. En todo momento, invitó al público a implicarse, a participar, a tocar las palmas. Pronto, afloraron los toques surrealistas. En primer lugar, con la alusión a un árbol cubano de flores anaranjadas, el flamboyano, que, en realidad, es originario de Madagascar. A continuación, la irrupción de Tontxu en el escenario para traerle un regalo a Boris desde el camerino. Nada más y nada menos que un bote de Fairi que no era Fairi sino de la marca blanca Bosque Verde y que se quedó allí, en el escenario, ocupando un lugar privilegiado, casi en una especie de altar. El público rió y se animó aún más hasta llegar al punto máximo con la última canción de Boris. Todos coreaban "si everybody lo pasara very well".

Tras este cachito de Cuba en Córdoba, las influencias del sur continuaban, esta vez desde Canarias, con Andrés Molina. El escenario pasó a estar salpicado de luces amarillas. Sin embargo, aunque continuó el tono festivo, celebratorio, quedaba latente el peso, lo simbólico, de esa grieta de la Sala Orive, iluminada, justo enfrente del escenario, que parecía revelársele a Andrés como la señal de ese corazón un poquito rajado del que hizo gala durante su intervención. Vislumbramos castillos de arena y casi llegamos a rozar la utopía. También hubo muchas palmas por parte del público que, incluso, se atrevió a hacer coros en alguna ocasión. Finalmente, terminó el espectáculo con una balada dedicada a todos los enamorados.

Después, aplausos, muchos aplausos. El público se puso de pie y continuó aplaudiendo. Ellos se acercaron al borde del escenario y saludaron todos juntos. Continuaron los aplausos. Ellos recordaron que traían discos, que no estaría mal que les compraran alguno. Y así los dejamos, con más aplausos.

[ANÉCDOTA CURIOSA: Uno no llega a imaginar nunca que el tipo que espera a su lado en Atocha, leyendo la revista Rolling Stone, y que luego se encuentra sentado en el asiento contiguo al suyo -quedándose con la ventanilla, el elemento más apreciado para todos aquellos que viajamos en tren-, ese el tipo que continúa leyendo la revista Rolling Stone ya en el asiento mientras uno duerme y que cuando uno se despierta es él el que cae en el sueño... No, uno no llega a imaginar nunca que ese tipo calladito, enigmático, que no ha cruzado contigo ninguna mirada, que se levanta con toda la calma del mundo cuando el tren aterriza en la estación de Córdoba y coge entonces su guitarra, sea Boris Larramendi. Uno tampoco espera asistir al concierto de su compañero de asiento de tren y salir extasiado. De hecho, me quedé con ganas de contarle todo eso]


Galatea



Cuando enrojecen las fresas

Fotografía de Isaac "Lobato" Ambrosio


La poesía también se sonroja. A veces, incluso, padece una falta de vistamina C.



Galatea

El público de Almudena y los lectores de Carlos

Ahora, que cada vez son más los novelistas los que ponen títulos poéticos y los poetas los que optan por lo más prosaico, Carlos Marzal y Almudena Grandes se reunían en la terraza del Museo Arqueológico para debatir lo que desde dentro o desde fuera quedaba de la poesía en Córdoba cuando el sol achucha. A pesar del calor, que se incrementaba aún más bajo los toldos y sombrillas y que no parecía calmarse ni a base de agua o abanico, la terraza estaba llena. Estaban los lectores, los poetas, los periodistas, la organización... Todos allí reunidos a las 6 de la tarde apenas para llevarse después de vuelta a casa una lección sobre buena literatura.

Carlos Marzal nos recordó que a los lectores les gusta leer de la misma manera que a los escritores les gusta escribir. Precisó que, en cuanto a la obra de Almudena Grandes, cabría hablar más de público, pero que los poetas, antes que público, tenían lectores. "Los lectores son unos resistentes", sentenció Almudena e invitó a los escritores a hacerles de vez en cuando un homenaje a los lectores, que son quienes posibilitan a un escritor gozar de la libertad para escribir lo que quiera escribir, porque sus lectores (o su público) actúan como un aval. "Los lectores son la libertad del escritor", prosiguió Almudena. Los lectores la sostienen. Sin embargo, a la hora de escribir, tanto Carlos como Almudena coinciden en que los únicos lectores son ellos, el propio escritor. Uno escribe para sí, para escribir libros que le gustaría leer.

Almudena Grandes, que siente que lo que la convierte en una escritora afortunada son sus lectores, comenta lo difícil y arduo que es llegar a conseguir ese fenómeno que mantiene viva la literatura y que se traduce en hacer sentir al lector que el libro está hablando directamente de él, hacer sentir al lector que el libro habla de su propia vida, y, para ello, hace falta ser honesto y tener suerte.

Cuando les preguntaron a ambos acerca de la capacidad o fuerza del escritor para intervenir en la realidad, se rieron y lo negaron. Tan sólo los mercados y los medios intervienen en la realidad. Los escritores, los poetas, dejan libros. Algunos de ellos entran a formar parte de esa serie de libros (únicos para nosotros) que nos han hecho lectores. Pero la vida, según Carlos, es ciencia ficción. "Todo es experiencia", dice a propósito de la llamada poesía de la experiencia.

Fue una charla animada, una charla de amigos, llena de bromas -también de grandes frases-, salpicada de cuando en cuando por alguna pregunta tímida por parte del presentador, que parecía no saber muy bien como situarse en medio de ese fluir de anécdotas y risas, que estuvo poco acertado en sus intervenciones, al que le devoró un poco la presencia de un Carlos Marzal y una Almudena Grandes dispuestos a realizar un acto de amor y fe para con sus lectores.

Una vez finalizó el acto, Almudena corrió a cuidar a su público. Firmó libros. Carlos saludó a los amigos.

Más tarde, Almudena y Carlos se tomaban una copa en la otra terraza, la de a ras del suelo, delante del Museo Arqueológico. Creo recordar que Almudena bebía un tinto de verano La Casera y que me llamó la atención. Me contó acerca de su viaje en coche camino de Córdoba, escuchando la radio. Los dejé allí, justo cuando comenzaba a dejar de apretar el calor. Les invité a disfrutar de la ciudad.

Galatea



jueves, 7 de abril de 2011

¡BUENOS DÍAS!

Poesía en el lugar más imprevisible...¡Buenos días por la mañana!

Imagen de Alfonso G y Marta P.

¡Tómate un verso fresquito!


Gracias a Marta y Alfonso

PATALETA: palabras desde la caverna

Entrar en la Facultad de Filosofía y Letras supone algo mágico. Puede que me equivoque y sea sólo el cariño a un espacio, la experiencia personal de más de once años transitando sus pasillos y viviendo mil y una experiencias. Sea como fuere, no es atrevido pensar que cualquier persona que traspasa el portón, después de cruzar el empedrado de la plaza Cardenal Salazar, sufre cierta sensación de cambio, una suerte de extrañamiento especial. Sus galerías y postigos nos hablan. Cada patio tiene una historia que contarnos o que ocultar. Las aulas, cuya historia quizás guarda numerosas muertes, han acogido miles de existencias con una sensibilidad distinta, sin saberlo menos interesadas en su futuro que en aprender de esa visión humanística de la vida. 'Filosofía' ha sido verdaderamente un espacio de convivencia -esa palabra que tanto gusta en determinadas esferas- un hogar propicio, cálido -a veces demasiado- para las letras, para el arte, para la literatura. No obstante, se hace necesaria AQUÍ AHORA la pataleta:

Entristece ver como las dos propuestas de ayer por la mañana llenaban el Aula Magna. Sí, entristece. Y es así porque el resto del año la propuesta académico cultural de la Facultad de Filosofía y Letras no obtiene semejante respuesta. Ayer, poco después de las 12:00, Pilar Adón, Arnau Pons y Andrés Neuman nos deleitaban con un interesantísimo coloquio-taller titulado 'Otro sentidos'. La poesía y los sentidos, la escultura, la pintura, quiasmas...sinestesias. Asistencia: más que satisfactoria. A continuación el Aula Magna se llenaba para escuchar poemas de Katerina Rudcencova, Cees Noteboom, Juan Manuel Bonet, Coral Brach y el propio Andrés Neuman. El resto del año, desgraciadamente, el Aula Magna...desierta. Los mismos estudiantes que no suelen acudir, estaban hoy presentes...

No podemos poner en duda la labor de determinados organismos-departamentos de la UCO y la Facultad de Filosofía y Letras. De hecho, los alumnos deberían reflexionar al respecto. La asistencia a determinadas propuestas deja mucho que desear; iniciativas y congresos especialmente interesantes, diseñados con trabajo y esfuerzo...donde a veces no hay receptor posible, sólo butacas vacías y silencio...El saber se pierde por el camino, la palabra no encuentra receptor.



Sin embargo, la Facultad de Filosofía a pesar de la labor y el amor por la cultura y la poesía de algunos profesores (Pedro Ruiz, Ángel Estévez, Benrd Dietz...), de algunos departamentos y de la dirección de un Decano más que adecuado, no se dan las condiciones: la cultura no encuentra realmente su sitio. Y no se dan las condiciones por muchas razones que ahora es mejor no abordar.

Se hace necesario escuchar al estudiante, preparar propuestas interesantes para difundir el conocimiento y no para engrosar el curriculum en publicaciones. Se hace necesaria una apuesta por la creación de cultura, talleres de escritura y pintura, espacios, oportunidades y ECONÓMICA inversión para la cultura joven, apuestas ciegas en propuestas de calidad, primero humildes luego sin límites. Se hace necesaria una apuesta decidida por la cultura. No me refiero a un 'sí a todo' sino a un diálogo y escuchas constantes con el agitador cultural matriculado en 80 créditos...Llenar el aula magna de alumnos interesados en el arte, la filosofía, la poesía. Actualmente asisten a clase, existen, pero aparecen poco en casi ningún evento. Reconozcamos nuestra responsabilidad.

Ante este panorama, y aunque no lo parezca por la eterna burla que dedicamos a una generación que ha germinado en la ESO, la facultad anda llena de jóvenes con una vasta cultura, con tantas lecturas que podrían sorprender a más de un escéptico erudito, con ganas de hacer cosas, de agitar la vida cultural (no sólo universitaria) de la ciudad, de ser la próxima generación de poetas y narradores que asoman la cabeza tras una puerta entreabierta. A la cabeza, un grupo de jóvenes que, felizmente, gozan de cierto apoyo de la UCO y la facultad de Filosofía y Letras (aunque todo es fácilmente mejorable), el colectivo oHjas sueltas, dedicado a la literatura y a la crítica literaria y que precisamente estos días sacarán a la luz el número 4 de su revista.

La cultura y la poesía ya están en la Universidad. Sólo hace falta escuchar atentamente a aquellos que pasan tantas horas en cafetería o se escapan de clase para ir al patio y hablar entre bromas de filosofía, de poesía...

Polifemo





miércoles, 6 de abril de 2011

ROBERTO


Posiblemente llevaba varios días sintiendo cierto cosquilleo difícilmente descriptible con palabras, una mezcla de ilusión y responsabilidad en el estómago. Supongamos que por la mañana se despertaba y dos segundos después de despegar los párpados de los ojos ya sonreía: sabía que era un día especial, como el niño que se despierta a las 6 de la mañana el día de Reyes, consciente de que lo que está por venir. Cuando le presentaron a A.B. la mano derecha le sudaba un poco, apenas perceptible por A.B. en un cálido contacto dérmico al comenzar a estrechar. No era un buen día para conocer a nadie. Las palmas de las manos encajaron sólo levemente. Aunque él cree que es una persona nerviosa, sabe desenvolverse y mantener la calma, de modo que su actitud resultó muy natural. Siempre ha sido un tipo particularmente educado y sencillo. Intercambió unas breves palabras con él pero sólo durante unos segundos. A pesar de su profunda admiración por A.B, y de la cercanía que muestra con las personas que conoce, mejor no encariñarse. La relación intérprete-interpretado es complicada. Es algo así como eso que llaman 'amor de pareja'.



Fotografía de Lola Araque (WE LOVE LOLA...)

Caminaba detrás de él como un guardaespaldas tímido, Prudente, discreto. Portaba una pequeña maleta. Mientras A.B. pasaba el trance de atender a fotógrafos y periodistas, se mantenía en un discreto segundo plano...Cualquier otro no hubiera sabido qué hacer. El sí. Supo exactamente qué hacer, qué paso dar o no dar, en salón qué palabra interpretar o acomodar al oyente, qué gesto hacer en esa situación incómoda de hacertutrabajodelantedecientosdepersonas mirándote. Quéselevaahacer. Cuando llegó a casa y pudo sentarse sintió que las piernas acusaban la dureza de la jornada. Al recostar el cuerpo evidentemente sonrió en la oscuridad y rápidamente concilió el sueño.

[Microsemblanza: Una vez Roberto fue voz del mundo. Aproximadamente una década de amor por Córdoba (casi idéntico al que le une a su Udine natal)...también se enamoró aquí. Lucha por conseguir lo que quiere. Se siente vivo en esta ciudad tan especial y por eso podríamos decir que es feliz. Muy feliz. Pero hay algo en él que nunca cambió: su sonrisa y el entusiasmo que pone en cada cosa que hace].

Apéndice: la apertura de Alessandro Baricco, inolvidable. Su intervención, contundente al inicio, natural y amena de principio a fin. Muy cercano y simpático, a pesar de que durante el posado en Los Jardines del Alcázar se mostró tímido y quizás saturado ante la presencia de tantos medios y fotógrafos. Con su aspecto de galán italiano, ya en el Salón de los mosaicos, Baricco comenzó confesando que jamás había escrito un poema, tan valiente como genial. Sin embargo no tardó en demostrarnos su entusiasmo por dicho género, el dominio de sus claves y a la vez su visión, tan sencilla como extraordinaria del hecho poético. La poesía, una mirada diferente, un pequeño 'ingenio de reloj de bolsillo' frente a la racionalidad de la prosa. El ritmo, el sonido...lo sguardo chi vede la cosa invisibile. Y al final de todo, partiendo de Lou Reed, el sentido que Baricco percibe: la poesía è un urlo in cerca di una bocca.

Polifemo




¡COSMOALEGRÍA!



Imagen: Leire Olkotz




Después de un camino iniciado en enero, un camino repleto de poesía...hoy empieza oficialmente COSMOPOÉTICA 8, POETAS DE CÓRDOBA EN EL MUNDO. Como cada día tenemos el cosmograma a reventar pero a partir de hoy aún más: 'Poesía en los institutos', Taller y Lecturas en la Universidad...¡Cosmopoética ya funciona! La apertura oficial, a las 20:00 en el Alcázar de los Reyes Cristianos, de la mano de Alessandro Baricco. Presenta Jesús Ruiz Mantilla.


¡Bienvenido/a a la poesía!


Polifemo

Antes de darle la vuelta al Cosmograma. Fuera tópicos...

Hoy día 6 de abril empieza oficialmente 'Cosmopoética 8, Poetas del mundo en Córdoba'. Durante estas semanas hemos podido comprobar que la poesía habita verdaderamente en nuestra ciudad: en centros cívicos y educativos, en la naturaleza, en las tabernas, en los pubs, en cada barrio, en zonas del casco histórico y también en cualquier plaza o calle. ¿Alguien tiene dudas? Fuera tópicos. Independientemente de capitalidades culturales y otros sueños, la poesía es realmente un motor que mueve la ciudad y, en efecto, la encontramos en todas partes...forma parte de nosotros.

Y está tan enraizada la poesía en el ADN de nuestra ciudad que, por encima de frases hechas sobre la convivencia de culturas, realmente se convierte en un elemento integrador para aquellos que vienen de fuera. La Sala Orive acogió un año más 'Voces del mundo' de la mano de APIC-Andalucia. Con seguridad se trata de una de las propuestas que suscita más expectación en la ciudadanía y en los habituales de 'Cosmopoética', y verdaderamente el acto no decepcionó. Espectacular elección del grupo folk cordobés Baet Klezmer Band, una manera de entender la música que cada vez que atrae más adeptos.

La poesía como instrumento para facilitar la integración de razas y culturas. 13 intervenciones. 13 historias personales. Matilde, una joven de Guinea Ecuatorial que trata de labrarse un futuro en nuestra ciudad. O James Early que vive en Córdoba haciendo lo que más le gusta: dar clase de inglés. O Anna Ajmatova, procedente de Rusia, enamorada primero de España y más tarde de un español con quien vive en Córdoba desde el año 2005. Un denominador común: Córdoba. El motor que nos acerca: el lenguaje, la palabra y la poesía.


Después de la presentación de los libros premiados en el 'IV Premio de Poesía Joven Pablo García Baena', a las 22:30 en Sojo Ribera 'Los poetas pinchan' sirvió de entrada al día 6, en que oficialmente empieza 'Cosmopoética'. El buen gusto de 'Boronia' y de Gabriel Nuñez que llenó el mencionado espacio en la ribera del Guadalquivir. Una pena que tuviera lugar en martes, algunos nos tuvimos que retirar antes de lo que hubiéramos querido.

Y lo mejor llega desde hoy. Solamente estamos en la primera estrofa...