domingo, 3 de abril de 2011

Por fin la lluvia

Después de todos los festejos de ayer, la ciudad necesitaba una buena lluvia para limpiar el aire. Revonarse para estar lista para los próximos días, que se avecinan intensos. Justo al final del desayuno tardío, caían las primeras gotas. Una atmósfera pálida parecía ceder el aliento, dar aire para que aún podamos tomar impulso esta semana. Dar un paseo era entonces refrescante, regenerador. Puede que las flores del Jardín Botánico no pensaran lo mismo. A ellas y a 'Florecen Versos' les quedaban mejor los domingos soleados de las últimas semanas, teñidos de colores, de calor.


En la Sala Orive, la lluvia se hacía sentir en el techo, pero la música del Coro Ziryab se alzaba con solemnidad creando un espacio estanco, resguardado de los paraguas. Sí, el suelo estaba mojado, pero el 'Cancionero musical de Góngora' había terminado por abarrotar la sala. Se hacía el silencio. Los ojos estaban clavados en esa presencia colectiva de blanco y negro que envolvía la luz para hacer sentir a Góngora en esta tercera sesión en homenaje a su figura.


Unos metros más allá, en el Bulevar Gran Capitán, la lluvia recibe y besa la intervención recién estrenada de Marta F. Jódar y Leire Olkotz, una propuesta muy sencilla pero cargada de significado y de dulzura. 'Desde la raíz' apuesta por hacer que la poesía fluya hasta casi perderse entre las ramas, abrazando el tronco del árbol como una enredadera, recordándonos su presencia, porque, como ellas dicen, "La palabra lo envuelve todo. Encierra el mundo; lo acaricia, lo besa, lo detesta. Nace en la raíz del sentimiento, indestructible, acostumbrada a ser cómplice de la tristeza o la soledad. Llora, se retuerce, trepa repitiendo incesante: estás vivo". Sí, de alguna forma, al arroparlo, salvan al árbol, le recuerdan la vida que brota de él. Se podría decir que es un casi curarlo, porque la tela sobre la que están escritos los versos parece un vendaje. Marta y Leire salvan 27 árboles del anonimato para reivindicar la presencia de las cosas pequeñas, para hacer reparar en su belleza -salida de la cotidianidad- a todos aquellos que caminan rápido con o sin paraguas.

Fotografía: Lola Araque


Con el olor de la tierra mojada de fondo, 'Desde la raíz' nos devuelve un poco más a nuestra propia naturaleza para recordarnos que la poesía puede ser esas raíces que nos sujetan a la tierra. Sí, por fin la lluvia.





Galatea

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