viernes, 25 de febrero de 2011

Un albergue en medio del artificio

Fotografía de Néstor Ortiz


Mezclar Góngora con ciberpoesía en la misma oración podía haber resultado un tanto esquizofrénico o haber inducido a una locura transitoria en medio del cosmos de Córdoba. Pero no. A José García Obrero y Antonio Jesús Luna se les ha ocurrido cómo hacerlo.

En realidad, han buceado entre los complejos versos de una de las obras de mayor resonancia del poeta cordobés para realizar el mismo recorrido que ese peregrino que no termina de encontrarse en medio de un mundo que se desmorona y cambia a un ritmo desorbitado sin que él llegue a comprenderlo del todo. En ese sentido, las Soledades gongorinas del siglo XVII no están tan alejadas como pudiera parecer a simple vista del universo tecnológico que se expande y amplifica, ante el cual todos somos ese peregrino, un tanto abrumado, que no comprende aún muy bien qué ocurre a su alrededor.

La poesía también inicia un peregrinaje en busca de su albergue y termina unos cuantos siglos más tarde delante de la pantalla de un ordenador, a medio camino entre la arquitectura informática y los versos de siempre. En su camino tendrá que enfrentarse a todos esos artificios que presumen de modernos, pasar por la deformación del lenguaje para redefinirlo (sin que llegue a conocerse su forma definitiva) y adaptarse a ese mundo caótico, cambiante, que es el del siglo XVII de Góngora pero también el de ahora.

De esta forma, la poesía supera los problemas del formato y se lanza a los bits, encuentra en ellos su nuevo albergue. Late entonces como nunca, porque pasa a ser en potencia. Se vuelve interactiva, inmediata, al alcance de un solo click, y adquiere una lectura más personal. Encierra en sí misma numerosas posibilidades de entre las cuales el lector cibernético (cosmocibernético, para más modernidades) construye su propio mensaje en el momento en que decide encontrarse con ella.

El ciclo 'Soledades 2.0 No moderno artificio' nos ofrece la posibilidad de descubrir eso de la ciberpoesía en una muestra que reunirá a autores como Eugenio Tiselli, Ricardo Domeneck, Belén Gache, Miriam Reyes o Jason Nelson, entre otros. Javier Fernández pondrá el toque cordobés para completar la panoránica, junto a Pedro Ruiz, Pedro Valdeolmillos y Domingo Sánchez-Mesa.

Se trata de una propuesta arriesgada y ambiciosa (en el mejor sentido de la palabra), que incluye charlas, mesas redondas y ciberperformances pero que también deja paso a la interacción individual con las distintas obras, para realizar un recorrido propio en busca de nuestro propio albergue en el mundo de la ciberpoesía. Para completar la programación, una serie de talleres para alumnos de Bachillerato impartidos por Luis Ernesto Gómez y la posibilidad de seguir las intervenciones a través del trabajo que realizará Hackitectura.

La llegada al lugar de origen o de partida habrá que celebrarla por todo lo alto y de ello se encargarán Álex Dios, Víctor Moreno y Juan López en una sesión de Vj's-Dj's.

'Oh, bienaventurado albergue a cualquier hora' que será el Centro de Arte Pepe Espaliú los días 24, 25 y 26 de marzo (entre tanto artificio moderno).

Decir 'sí' a lo moderno de la ciberpoesía.

Fotografía de Néstor Ortiz

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Galatea

1 comentario:

José García Obrero dijo...

Perfectamente descrito. Si el resto de elementos que divulgan Soledades 2.0 recogen el espíritu del evento (y los detalles del mismo) la mitad de bien que lo hace este artículo estaremos encantados. Y si lo hacen igual, su difusión será óptima. Gracias. Brutal (-mente bueno).