Todos nos hemos fotografiado alguna vez con ella. La preceden sus grandes portadas, su gran formato. De alguna manera, ha adquirido personalidad propia, a modo de radiografía cultural del momento, y ha sabido combinar el buen diseño con la calidad en el contenido. Con semejante premisa, que Boronía dedicara un número a la poesía era cuestión de tiempo.
En un principio, la idea de este nuevo número surgió como un homenaje a la revista 'Istmo'. Se pensó en usar su mismo formato, incluir algún reportaje sobre revistas de poesía, festivales, entrevistas... y preparar un núcleo central tremendamente boroníaco con poemas inéditos acompañados de fotografías, ilustraciones, etc. Un par de vueltas de tuerca más tarde y con la pretensión de no incurrir en lo manido, llegó la música, llegaron los poetas que pinchan. Al fin y al cabo, en muchas ocasiones el primer acercamiento a la poesía se produce gracias al contacto con la música.
Sin embargo, aún hacía falta una vuelta de tuerca más: buscar no ya la poesía en la música, sino la música en la poesía, ver qué escuchaban los poetas, qué quedaba de eso en los poemas. Así surgieron los singles, la idea de que las contribuciones de los poetas tomaran forma de single, inédito, pensado para la ocasión, y que en la concepción del mismo también entrara en juego un diseñador gráfico. Boronía se proponía constituir a su propia discográfica, el sello discográfico Boronía Slow Music Records. En su tocadiscos hacía girar la ilusión, el entusiasmo y la fe, para contrarrestrar la falta de apoyo del proyecto, lo difícil que ha resultado conseguir financión para el mismo... Colaboraciones de numerosos poetas de reconocido prestigio, como Andrés Neuman, Manuel Vilas, Agustín Fernández Mallo o Deborah Vukusic, entre otros, se combinan con el trabajo de grandes diseñadores, entre ellos Miguel Brieva, Eva Reina, Jack Dopller y Marina Gómez Carruthers, para darle forma a esta edición especial de Boronía. Poemas a 45 rpm.
Sin embargo, aún hacía falta una vuelta de tuerca más: buscar no ya la poesía en la música, sino la música en la poesía, ver qué escuchaban los poetas, qué quedaba de eso en los poemas. Así surgieron los singles, la idea de que las contribuciones de los poetas tomaran forma de single, inédito, pensado para la ocasión, y que en la concepción del mismo también entrara en juego un diseñador gráfico. Boronía se proponía constituir a su propia discográfica, el sello discográfico Boronía Slow Music Records. En su tocadiscos hacía girar la ilusión, el entusiasmo y la fe, para contrarrestrar la falta de apoyo del proyecto, lo difícil que ha resultado conseguir financión para el mismo... Colaboraciones de numerosos poetas de reconocido prestigio, como Andrés Neuman, Manuel Vilas, Agustín Fernández Mallo o Deborah Vukusic, entre otros, se combinan con el trabajo de grandes diseñadores, entre ellos Miguel Brieva, Eva Reina, Jack Dopller y Marina Gómez Carruthers, para darle forma a esta edición especial de Boronía. Poemas a 45 rpm.
Cosmopoética, que quizás no ha hecho eco de esta propuesta como merece, tira la casa por la ventana y nos presenta el número especial de Boronía con una fiesta, también a modo de preludio de la fase 'fuerte' del festival.
Martes 5 de abril
22h - Sojo Ribera
'Los poetas pinchan',
con Ajo, Eduardo Escoffet, Antonio Jesús Luna, Sofía Castañón, Juan Antonio Bernier, Fruela Fernández y José Antonio Montano.
22h - Sojo Ribera
'Los poetas pinchan',
con Ajo, Eduardo Escoffet, Antonio Jesús Luna, Sofía Castañón, Juan Antonio Bernier, Fruela Fernández y José Antonio Montano.
A los asistentes se les obsequiará con un ejemplar de este nuevo número de la revista. ¿Te lo vas a perder?
Galatea
1 comentario:
No me lo pierdo ni de coña. Además, ver un espacio como el Sojo, atractivo, con un ambiente como este es un lujo o un milagro.
Fdo. Foreigner
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